El sistema de encendido sufre en invierno

¿Cómo detectar las averías del sistema de encendido del coche?

Los rigores del invierno no son los mejores amigos del automóvil y sus componentes, ya que se tienden a producir fallos que pueden afectar al funcionamiento habitual. Es el caso del sistema de encendido, que puede sufrir cuando bajan las temperaturas en exceso. De hecho, el motor de arranque tiende a ser una de las partes del vehículo que más puede fallar. 

Antes de que las dificultades para arrancar que pueda presentar cualquier automóvil se conviertan en una avería grave, hay que observar cuáles son los “síntomas” para determinar si ya hay una avería menor y es el momento de cambiar alguna pieza defectuosa.

Atentos a estos “síntomas”

  • El motor no consigue arrancar. Esto es muy común durante los meses de invierno, ya que la batería tiende a estropearse o a perder carga. Además, el aceite no fluye de igual modo y en ocasiones son las bujías las que fallan porque les llega gasolina. Sea como fuere, no es normal que al motor le cueste arrancar constantemente, de manera que eso puede deberse a alguna avería que requiera el cambio de alguna de las piezas, tales como las bujías o los cables de encendido.
  • Otra de las pistas que el coche nos da cuando el sistema de encendido está fallando es que el ralentí no sea constante, es decir, cuando el coche se encuentra en punto muerto y el motor pasa de revolucionarse a casi ahogarse. En ese momento hay que acudir al taller de confianza para que lo regule y detecte cuál es la causa, como por ejemplo, que los citados cables no estén funcionando de manera correcta.
  • El consumo se dispara. Aunque no todos los conductores se fijan en cómo es el consumo de sus automóviles, la mayoría sabe perfectamente cuánto les dura un depósito. Por eso, si el consumo empieza a ser más elevado de lo que suele y los hábitos de conducción no han variado, conviene testear qué es lo que está ocurriendo, ya que podría ser un fallo de corriente que provocará el funcionamiento inestable, lo cual desemboca en un gasto mayor de combustible.
  • Finalmente, otro de los fallos eléctricos relacionados con el sistema de encendido se puede vislumbrar si al coche le cuesta acelerar o lo hace a tirones. En ese caso tanto los cables como las bujías o las propias bobinas podrían necesitar ser sustituidas por otras nuevas.
Hay ocasiones en las que el automóvil no arranca correctamente.

Piezas de recambio para el sistema de encendido

Si después de una revisión a fondo del sistema de encendido es necesario hacer el cambio de alguno de los componentes, lo más recomendable es optar siempre por recambios de primera calidad, ya que de su buen funcionamiento dependerán las prestaciones del automóvil. 

Por eso, desde Pemebla siempre aconsejamos tanto a los usuarios finales como a los talleres y, claro está, a nuestros clientes las tiendas de recambios, que opten por productos de fabricantes como Japanparts, capaces de ofrecer una calidad superior a la media en el mercado. No en vano, disponen de piezas como bobinas y cables de encendido que han superado con creces todos los tests de calidad a los que se han enfrentado.

Por lo tanto, con el objetivo de tener un invierno sin problemas en el coche, siempre hay que optar por repuestos de calidad. Y para finalizar, no queremos desaprovechar estas líneas para desearles una Feliz Navidad con sus seres queridos.

El mantenimiento de los faros halógenos es clave

La salud de los faros halógenos, esencial en invierno

No es necesario recordar que cuando llega el invierno las horas de luz son más escasas y las condiciones climáticas empeoran, provocando precipitaciones en forma de lluvia y, en ocasiones, incluso de nieve. Sin embargo, sí que es importante tener presente que la iluminación del automóvil -sus faros- será clave para que la conducción resulte segura en unas condiciones lumínicas que dificultan el tránsito por carretera.

Por lo tanto, la buena salud de los faros se convierte en una tarea aún más importante que el resto del año. Esto quiere decir que, ya sea en el taller, o uno mismo, debe revisar el buen estado de las luces, las cuales, por regla general son de tipo halógeno

La luminosidad de los faros halógenos

Si bien es cierto que las tecnologías xenon y LED están acaparando cada vez mayor protagonismo por ser más novedosas y ofrecer un elevado rendimiento en lo que a iluminar se refiere, los faros halógenos aún están presentes en buena parte del parque automovilístico. 

De hecho, esto no quiere decir que los halógenos no realicen bien su labor, sino todo lo contrario ya que, si están en buen estado, ofrecen todas las garantías lumínicas que se requieren para la conducción. Eso sí, su mantenimiento tiene que ser el adecuado, pues de lo contrario, los peligros aumentan.

La iluminación es clave en los meses de invierno

¿Cómo mejorar su luminosidad?

Obviamente, si hace tiempo que no se cambian o tienen algún desperfecto, puede que hayan dejado de funcionar como deben, de manera que los usuarios de los automóviles han de acudir al taller para realizar el cambio

En este caso, deben saber que los nuevos modelos que se comercializan, ofrecen las mismas garantías que los que el coche traía de serie, a lo que suman cualquier tipo de innovación que aparece en el mercado. En este caso, Pemebla dispone de una amplia gama con la que satisfacer las necesidades de los automovilistas. Por un lado, distribuimos el catálogo de un fabricante de la talla de ASP, dedicado a la iluminación de primer equipo, igual a la original. Y por otro, también ofrecemos a nuestros clientes los faros halógenos (y toda su gama de producto en general con más de 4.800 referencias en catálogo) de TYC, companía dedicada a la iluminación aftermarket.

Claro que si los faros halógenos no se encuentran en mal estado, pero no “iluminan como antes”, siempre se puede hacer lo siguiente:

  • Cambiar la lámpara. Puede que esta sea de baja calidad o que ya no tenga la potencia que ofrecía al principio. En este caso, habrá que sustituirla por otra de tipo halógeno, pues si se quiere variar a una xenon o una LED, será necesario un proceso de homologación que deberá quedar debidamente documentado (en un taller autorizado), ya que, de no ser así, sería motivo de infracción y, por lo tanto, de multa.
  • Regular bien los faros. Las luces se van moviendo con el movimiento del vehículo. Hay veces que los baches terminan por cambiar la posición mínimamente, lo justo para que los faros no iluminen donde deben. Por lo tanto, hacer el reglaje es esencial.
  • Limpiar los faros halógenos. Hay veces que para ver mejor no hay nada mejor que limpiar. Y es que se acumula mucha más suciedad de la que se aprecia a simple vista y, claro está, eso se nota cuando las condiciones lumínicas no son las adecuadas.
  • Comprobar la transparencia del cristal. Con el paso del tiempo, los faros se van deteriorando y el elemento que está expuesto a la intemperie es el cristal que protege y a la vez distribuye la luz de la lámpara. Puede llegar un momento en que ni con una limpieza a fondo se consigue la transparencia necesaria. En ese instante, lo más adecuado será su sustitución por alguno de los modelos que comercializamos en Pemebla.

En definitiva, el invierno es una época en la que la iluminación es esencial para la seguridad al volante, de manera que hay que contar con los mejores faros halógenos del mercado y eso es algo en lo que Pemebla ayuda a sus clientes.

Los frenos sufren en invierno

¿Por qué hacen ruido los frenos?

Bajan las temperaturas, el tiempo se vuelve más húmedo y la lluvia transforma en partículas de barro la suciedad que albergan las carreteras. Tales condicionantes afectan a los diferentes componentes del automóvil, de tal manera que no es de extrañar que los usuarios noten que los frenos no resultan tan eficaces como de costumbre.

Uno de los primeros síntomas que hacen pensar que algo puede estar fallando o que está a punto de hacerlo es el ruido que proviene de ellos al pisar el pedal. Ese característico chirrido se puede deber a algún tipo de suciedad circunstancial, pero conviene vigilar su estado para garantizar la seguridad en la conducción.

Causas del ruido de los frenos

Como cualquier mecánico puede informar cuando se visita el taller por este motivo, las causas del chirrido al frenar son diversas:

  • Las pastillas de freno están gastadas. Una vez que llegan a las tiras de seguridad, estas comienzan a “quejarse”, de manera que avisan al conductor de que el sistema de frenado ha perdido efectividad y los discos podrían dañarse.
  • Un problema peor sería que los discos estuvieran en mal estado. En este caso, aunque se cambien las pastillas, el ruido persistirá y habrá que sustituirlos. En caso de no hacerlo, el coche puede dejar de frenar, con lo que ello supone. Esta situación es aún más peligrosa en invierno, dado que las condiciones climáticas afectan al pavimento.
  • Abuso del freno. Otra de las causas del ruido persistente es que se “frene demasiado”. Un intensivo uso de las pastillas puede provocar que estas terminen cristalizándose y que pierdan efectividad, provocando este particular sonido. Así pues, es recomendable el uso del freno motor siempre que sea posible.

Humedad y suciedad. Finalmente, dos de las razones de que los frenos hagan más ruido en invierno que en verano son la mayor humedad (hasta que no se calientan tienden a chirriar) y la suciedad que se acumula en el asfalto por las lluvias y el mal tiempo (se concentran más partículas de lo habitual en las pastillas y rechinan hasta que terminan desapareciendo).

El frío y la humedad pueden afectar al funcionamiento de los frenos.

Mantenimiento de los frenos en invierno

Como acabamos de apuntar, es habitual que en algún momento los frenos chirríen especialmente durante las estaciones más frías. Ante tal situación, los conductores han de tomar algunas precauciones. La primera de ellas es no abusar de ellos durante la conducción. Asimismo, han de vigilar si el coche tarda más en detenerse o no, ya que de ser así, se antoja una rápida visita al taller. El tercer punto que han de tener presente es que cuanto más limpios estén, menos se deteriorarán, de manera que hay que evitar que se acumule suciedad. Y claro está, para ello lo único que hay que hacer es lavarlos. Por supuesto, esta labor se debe llevar a cabo en un momento en el que las temperaturas no sean demasiado bajas, puesto que el agua podría congelarse y que la limpieza resultara contraproducente.

El ruido persiste

En el caso de que el coche no se detenga con la misma “soltura” y que los frenos hagan más ruido de lo habitual, en PEMEBLA, como especialistas en la venta de productos de frenado para vehículo europeo y asiatico con Japanparts, consideramos que es necesario acudir a nuestro taller de confianza para que lleven a cabo una revisión concienzuda del sistema.. Ya sea para realizar una limpieza a fondo o para cambiar alguna de las piezas que lo conforman, la labor del mecánico será clave para que la conducción sea más segura. Y no hay que olvidar que en invierno las condiciones atmosféricas y el estado del pavimento tienden a dificultar cualquier frenada.