Quien más y quien menos se ha preguntado en alguna ocasión cuándo y por qué hay que cambiar la correa de la distribución. Y no es de extrañar, pues siempre hay alguien que apunta que un conocido (o él mismo) no solo se quedó “tirado”, sino que además estropeó el motor, dejando el automóvil en pésimas condiciones y con una avería realmente costosa.
Por esa razón, cuando cualquier coche visita el taller para hacer una puesta a punto, los mecánicos comprueban si esta pieza se encuentra en buenas condiciones para llevar a cabo su misión habitual. Y esta no es otra que conseguir que se sincronice el funcionamiento del motor. De hecho, si no realiza su labor por una inoportuna rotura, es posible que se estropeen partes como los pistones o las válvulas… es decir, palabras mayores.
Hay que cambiar la correa de distribución
Para responder a esta pregunta lo mejor es consultar el documento de mantenimiento que acompaña al propio vehículo, pues es ahí donde se especifican los parámetros sobre los que hay que guiarse. Y es que no todos los coches están equipados con las mismas correas, ni las desgastan del mismo modo. No en vano, las hay que a los 60.000 kilómetros ya están pidiendo a gritos un cambio, mientras que otras llegan a los 150.000 en buenas condiciones.
Además de lo que se apunte en el citado libro de mantenimiento, conviene confiar en el criterio de los especialistas, que son los que realmente saben cotejar cuánto tiempo le queda a la pieza. Sea como fuere, lo más recomendable en el caso de la correa de distribución es ser muy precavidos. Esto quiere decir, que siempre es mejor adelantarse a una posible rotura que provoque una avería más costosa que incluso podría ser definitiva.
Síntomas de que se debe cambiar
Más allá de echar un vistazo al cuentakilómetros para considerar la instalación de una nueva correa (siempre hay que apostar por repuestos que garanticen una buena calidad), existen algunos síntomas que apuntan su deterioro. Asimismo, hay dos aspectos que no deben olvidarse:
- En primer lugar, hay que tener en cuenta que no es lo mismo que se circule habitualmente por ciudad que si se hace por carreteras convencionales o autopistas. En el caso de que el entorno sea urbano, hay que restar un 20% al kilometraje, puesto que el coche recorre menos distancia, pero cuando está parado, la correa sigue haciendo su labor.
- Si el vehículo se utiliza en una zona donde las temperaturas son muy drásticas (tanto cálidas cómo gélidas), es posible que la correa también se estropee antes y sufra un mayor deterioro debido a ese clima extremo.
Respecto a los síntomas mencionados, hay que destacar los siguientes:
- Si aparecen grietas, obviamente es una pista de que la vida útil de la correa está a punto de llegar a su fin.
- Cuando el automóvil vibra más de la cuenta puede deberse a que la sincronización del motor no es la adecuada porque la correa no realiza bien su labor. Esto afecta a las válvulas y los pistones, y por ende, al rendimiento del motor.
- En caso de que la transmisión suene demasiado, la causa puede ser que la correa de distribución no tenga la tensión adecuada o directamente que se encuentre en malas condiciones. En ese caso hay que visitar el taller y sopesar la opción de cambiarla.
Finalmente, cuando alguna de sus partes está más desgastada o brilla por el roce, es un síntoma de que no está bien alineada. En esos casos lo mejor también será cambiarla por una nueva que ofrezca todas las garantías, como es el caso de las que componen el catálogo de Japanparts y que PEMEBLA distribuye en España. En este punto cabe señalar que contamos con 193 artículos que cubren la gama europea y asiática de kit de distribución, además de las correas de servicio y correas poly v, en las que también cubrimos la gama europea.