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Qué repuestos cambiar en un Hyundai Tucson a partir de los 100.000 km

Qué repuestos cambiar en un Hyundai Tucson a partir de los 100.000 km

A los 100 000 km, el Hyundai Tucson entra en una fase donde ciertos componentes comienzan a sufrir un desgaste. Cambiar los repuestos Hyundai adecuados en este punto es esencial para evitar averías y mantener la seguridad y el rendimiento del vehículo. Aceite, filtros, frenos o bujías son solo algunos ejemplos. En Pemebla te contamos qué repuestos revisar y cuándo.

1. Aceite de motor

Uno de los repuestos más esenciales para mantener el buen funcionamiento del Tucson es el aceite de motor y su filtro. Su función principal es lubricar las partes móviles del motor, reducir la fricción y evitar el sobrecalentamiento.

Hyundai recomienda cambiar el aceite cada 10 000 a 15 000 km, dependiendo del uso y las condiciones de conducción. El tipo de aceite más recomendado para este modelo de coche es el 5W-30, por su viscosidad equilibrada que favorece tanto arranques en frío como un rendimiento estable a altas temperaturas.

Junto con el aceite, es importante reemplazar el filtro, ya que retiene partículas y residuos que pueden afectar el sistema de lubricación. No cambiarlo a tiempo puede provocar un taponamiento que afecta la protección del motor. Este mantenimiento preventivo no solo mejora la eficiencia y el consumo, sino que alarga la vida útil del vehículo y previene fallos graves.

2. Filtros (aire, aceite, polen y combustible)

El sistema de filtrado es esencial para el correcto funcionamiento de cualquier coche y está compuesto por varios componentes que deben revisarse y reemplazarse periódicamente. Cada filtro cumple una función específica, tanto en la protección del motor como en la comodidad del habitáculo.

El filtro de aire evita que partículas de polvo y suciedad ingresen al motor. Su estado influye directamente en el rendimiento del motor y en el consumo de combustible. Se recomienda su sustitución cada 40 000 km, aunque en lugares con mucho polvo o ciudades grandes puede requerir cambios más frecuentes.

El filtro de aceite, trabaja junto con el aceite del motor para retener impurezas, y debe cambiarse siempre que se realice un cambio de aceite, es decir, cada 10 000 a 15 000 km.

Por otro lado, el filtro de polen o habitáculo se encarga de purificar el aire que ingresa al interior del vehículo, protegiendo a los ocupantes de alérgenos, polvo y contaminantes. Se recomienda cambiarlo cada 15 000 a 30 000 km, o al menos una vez al año.

Finalmente, el filtro de combustible asegura que el combustible llegue limpio al motor, evitando obstrucciones en los inyectores y pérdida de potencia. En los Tucson diésel, suele cambiarse entre los 60 000 y 90 000 km. Recuerda utilizar repuestos Hyundai originales para todos estos filtros, ya que garantiza mejor rendimiento y mayor duración de cada componente.

3. Líquido de frenos

El líquido de frenos es uno de los repuestos Hyundai que más influye en la seguridad del vehículo, ya que transmite la fuerza desde el pedal hasta el sistema de frenado. Con el tiempo, este fluido absorbe humedad del ambiente, lo que reduce su punto de ebullición y pierde su eficacia. Hyundai recomienda sustituirlo cada 40 000 a 60 000 km o cada 2 años, según las condiciones de uso y el modelo específico.

Un líquido degradado puede causar una pérdida de presión en el sistema y alargar la distancia de frenado, algo especialmente peligroso en situaciones de emergencia. Además, su mal estado puede provocar corrosión interna en los conductos, pinzas y cilindros, generando reparaciones costosas.

Mantener el líquido de frenos en óptimas condiciones, y reemplazarlo cuando es necesario con repuestos originales, asegura un buen frenado y previene fallos en el sistema. Es un elemento pequeño, pero clave para la seguridad del Tucson.

4. Correas y tensores

Estos repuestos deben ser revisados cuidadosamente a partir de los 100 000 km, ya que su desgaste puede derivar en averías graves. La correa de accesorios (también conocida como correa auxiliar o del alternador) transmite energía a componentes como el alternador, la bomba de dirección asistida o el compresor del aire acondicionado. Su revisión debe hacerse cada 60 000 km y su sustitución entre los 90 000 y 120 000 km.

En versiones con correa de distribución, esta es aún más crítica. Un fallo puede causar daños irreparables al motor. En los Tucson diésel o gasolina más antiguos, el cambio se recomienda entre los 100 000 y 120 000 km, aunque algunos modelos modernos llevan cadena, que requiere menos mantenimiento. Los sistemas MHEV (mild hybrid) también utilizan tensores específicos que deben ser revisados y, en caso necesario, sustituidos por modelos originales.

5. Sistema de refrigeración

El sistema de refrigeración es esencial para mantener la temperatura óptima del motor y evitar sobrecalentamientos que puedan provocar daños irreparables. El refrigerante, también conocido como líquido anticongelante, es uno de los repuestos Hyundai que debe revisarse con especial atención a partir de los 100 000 km. Aunque algunos modelos Hyundai utilizan refrigerantes de larga duración que pueden alcanzar los 200 000 km, es recomendable realizar una inspección completa a partir de los 100 000 km y, si es necesario, reemplazarlo cada 2 años para garantizar su eficacia.

El sistema de refrigeración incluye además el radiador, termostato, mangueras y conexiones, que deben revisarse en busca de fugas, corrosión o desgaste. Una manguera agrietada o una fuga mínima pueden hacer que el sistema pierda presión, lo que reduce la capacidad del refrigerante para disipar el calor.

6. Aceite de transmisión

Su función es lubricar y proteger los componentes internos frente al desgaste y la fricción. La frecuencia y forma de mantenimiento varían según el tipo de transmisión.

En los modelos con transmisión manual, no suele ser necesario un cambio periódico, pero se recomienda una revisión cada vez que el vehículo haya atravesado zonas inundadas o si se sospecha de contaminación por agua, así que si vives en una zona lluviosa, tienes que hacer una revisión. En cambio, en transmisiones automáticas, Hyundai aconseja una inspección completa a los 100 000 km, momento en el que puede requerirse sustitución si el aceite ha perdido propiedades.

7. Sistema de frenos y suspensión

Las pastillas de freno se desgastan con el uso y deben reemplazarse cuando alcanzan el límite mínimo de grosor, lo cual suele ocurrir cada 30 000 a 70 000 km dependiendo del estilo de conducción. Los discos de freno, aunque más duraderos, también necesitan ser rectificados o sustituidos si presentan vibraciones o desgaste irregular. El freno de mano, tanto mecánico como eléctrico, debe mantenerse bien ajustado y libre de juego excesivo.

En cuanto a la suspensión, los amortiguadores y los brazos de suspensión deben inspeccionarse en busca de posibles fugas, pérdida de presión o ruidos inusuales. Un sistema de suspensión en mal estado puede provocar pérdida de estabilidad, mayor desgaste de neumáticos y aumento en la distancia de frenado.

8. Sistema eléctrico y batería

Uno de los repuestos Hyundai más importantes es la batería, esta alimenta todos los sistemas electrónicos, desde el encendido hasta los asistentes de conducción.

A partir de los 100 000 km, es recomendable revisar el estado de la batería, especialmente si tiene más de 3 o 4 años de uso.

Los síntomas de una batería deteriorada incluyen arranques lentos, fallos intermitentes en luces o sistemas electrónicos, y descargas frecuentes. Además de la batería, se deben inspeccionar los cables, bornes y luces exteriores e interiores, ya que una mala conexión puede generar fallos eléctricos o incluso cortocircuitos.

9. Otros recambios importantes

Además de los componentes que ya hemos mencionado, existen otros repuestos Hyundai que también hay que revisar o reemplazar a partir de los 100 000 km para mantener el coche en óptimas condiciones.

Uno de ellos son los neumáticos, que deben tener una profundidad de dibujo mínima legal y estar libres de deformaciones o desgaste irregular. Un cambio oportuno mejora la adherencia y reduce el riesgo de aquaplaning.

Los limpiaparabrisas también pierden efectividad con el tiempo. Reemplazarlos garantiza visibilidad adecuada durante lluvias o condiciones adversas. Se recomienda revisarlos cada 12 meses o cuando dejen marcas en el parabrisas.

El sistema de aire acondicionado requiere atención especial. Es fundamental cambiar el filtro de polen periódicamente y, si la climatización pierde eficiencia, realizar una recarga de gas refrigerante. Esto asegura un ambiente interior saludable y un sistema funcional durante todo el año.

Por último, las correas auxiliares, distintas de la correa de distribución, también necesitan inspección por posibles grietas o desajustes. Estos elementos, aunque pequeños, cumplen funciones vitales para el confort, seguridad y eficiencia del vehículo.

Utilizar siempre repuestos Hyundai originales en cada componente garantiza un rendimiento fiable y prolonga la vida útil del sistema completo. En Pemebla, somos expertos en recambios originales, visita nuestro catálogo online y encuentran los mejores repuestos para tu Hyundai Tucson.