Las temperaturas comienzan a bajar y cualquier conductor sabe que este hecho afecta al funcionamiento del coche y al modo de conducir. Y es que las superficies heladas o mojadas por la lluvia –más propia de esta época del año – requieren más precaución de la habitual. En este sentido, uno de los elementos en los que hay que poner mayor atención es en el sistema de frenado.
Como cabe esperar, el frío afecta al modo en el que los frenos realizan su labor y, por ende, también debe tenerse en cuenta en el momento de circular. Así pues, a continuación vamos a mencionar los principales efectos que el frío invernal provoca en el sistema de frenado, no sin antes comentar que cuanto mayor sea la calidad de este, menos se notarán las inclemencias climáticas.
Efectos del invierno en los frenos
Los principales enemigos de la mecánica del automóvil en invierno son el frío y la suciedad, provocada generalmente por las precipitaciones, las cuales multiplican los agentes externos en el asfalto. Pues bien, en ambos casos el sistema de frenado se puede ver afectado.
- Cuidado con los tubos y mangueras. Un elemento importante en el funcionamiento del sistema de frenado es el líquido de frenos, que debe hacer su misión correctamente para que todo realice su labor correctamente. En este caso uno de los principales problemas que puede surgir es que los tubos se estropeen con las bajas temperaturas, dando lugar a pérdidas provocadas por roturas.
- Corrosión. La humedad puede provocar que algunos elementos de los frenos sufran corrosión, lo que se traduce –como se puede imaginar– en una reducción del rendimiento y, como consecuencia, en un mayor peligro para el conductor y sus ocupantes. Cabe señalar que los conectores eléctricos son los que más posibilidades tienen de verse afectados, aunque también puede darse óxido en los discos de freno, en las pastillas y en los calipers.
- Suciedad. Cuando el automóvil transita por zonas en las que han caído precipitaciones, es más proclive a acumular suciedad, especialmente en las ruedas. Ni que decir tiene que esto afectará a los frenos, que han de permanecer limpios para no perder eficacia.
Como hemos apuntado al comienzo de estas líneas, lo más idóneo es optar por recambios de calidad cuando haya que sustituir alguna pieza en el sistema de frenado, ya que solo así se reducirán los posibles problemas derivados del invierno y las bajas temperaturas. En este punto, desde PEMEBLA queremos destacar la calidad de una marca como Bendix, de la que comercializamos más de 2.600 referencias, o de Japanparts, que cuenta con un completo catálogo para coches europeos y asiáticos.