No cabe duda de que cuando hablamos del embrague lo estamos haciendo de una de las piezas fundamentales para que un automóvil pueda circular. Y es que, si este sistema no realiza bien su labor, no podríamos cambiar de marcha. Y todo el mundo sabe lo que ello implica…
En nuestra apuesta por la calidad, en PEMEBLA trabajamos con los embragues de Japanparts, los cuales destacan por ofrecer un elevado rendimiento en el mercado aftermarket. “Uno de nuestros pilares es ofrecer siempre repuestos de gran calidad a todo tipo de marcas y con Japanparts lo hacemos posible”, asegura Javier Jiménez, gerente de PEMEBLA.
¿Cuándo hay que cambiar el embrague del coche?
Antes de sufrir una avería cuando el vehículo está en marcha y se quede tirado a la espera de una grúa, es recomendable observar algunos síntomas para comprobar que el embrague se encuentra en buen estado. Cualquier conductor veterano los conocerá sobradamente, ya que quienes han pasado muchas horas al volante notan cada variación que se produce en su vehículo.
Así pues, los síntomas que avisan de que es necesaria una visita a tu taller de confianza para comprobar si el embrague está llegando al final de su vida útil son los siguientes:
- Si cuando circulas con marchas largas (4ª, 5ª o 6ª) notas que aceleras y al coche le cuesta coger velocidad a pesar de que las revoluciones suban, significa que el embrague patina. Esto sucede porque tiene mucho desgaste y es difícil que las marchas entren con suavidad. Una vez que las revoluciones bajan, termina acoplándose y todo tiende a funcionar con normalidad.
- Si al pisar el pedal del embrague lo encuentras cada vez más duro, debes saber que algo comienza a fallar. Puede ser que el sistema hidráulico que lo acciona no esté en buenas condiciones o que el propio cable de embrague se haya estropeado. Pero también es un indicador de que el embrague está desgastado. Así que lo mejor es acudir al mecánico para que determine dónde se encuentra el problema y arreglarlo antes de que la avería sea mayor.
- Si aparece un olor a quemado, similar a cuando los frenos se sobrecalientan, también es un síntoma que desvela un problema en el embrague, ya que sucede cuando patina debido al desgaste.
- Si al meter las marchas, cuesta demasiado que entren, obviamente da una buena pista de que algo no funciona como debe. Este es quizás el síntoma más sencillo de detectar, puesto que cualquier conductor se percatará de que la palanca de cambios no se mueve con la misma suavidad que en anteriores ocasiones.
Visita al taller
Así pues, ante cualquiera de los síntomas anteriores, lo más adecuado será acudir al taller para que un profesional revise el estado del embrague –a no ser que el propio usuario cuente con conocimientos de mecánica avanzados–. Sea como fuere, cambiarlo no es una tarea sencilla y se requiere un espacio y unas herramientas concretas. Además, tal y como hemos apuntado al comienzo de estas líneas, será clave optar por un repuesto de calidad y que se ajuste a las necesidades del vehículo. A fin de cuentas, en PEMEBLA siempre apostamos por recambios que se caractericen por su alta calidad.